domingo, 19 de octubre de 2008

Sinfonía nº 7 en La mayor (Op. 92) de Ludwig van Beethoven, 2º movimiento



Compuesta en 1811, ésta es la versión de la Filarmónica de Berlin, dirigida por el Maestro Herbert von Karajan.

Especialmente conmovedora, esta pieza nos llega de manera profunda casi sin excepción. Empezando por un acorde bastante distinto a lo que luego vendrá (DO Mayor), inmediatamente empieza el ostinato de la orquesta en LA M, el cual consiste en una negra, dos corcheas y dos negras.

Primero solo se escuchan notas repetidas, que lentamente variarán... de alguna forma describiendo de qué se trata nuestro destino, nuestra vida: se empieza con un moviemiento lento, de poco cambio, de repetición, casi oscuro, escondido, que de a poco cobra fuerza. Lentamente el movimiento va acelerando, va encontrando variaciones: más agudo, más notas, más intensidad... así hasta llegar a un pico de tensión. Para mí, en la vida los movimientos son similares: uno avanza a paso constante, muchas veces de manera lenta hasta que por fin encuentra el pico de intensidad (quizas el amor...)

Y al final, se repite el mismo acorde del principio. Toda una incógnita.

No hay comentarios: